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El mejor fabricante de interferentes antidrón de China
Los drones se están convirtiendo en una parte habitual del espacio aéreo moderno, pero no todos son bienvenidos. Desde aeropuertos a zonas militares, pasando por conciertos e infraestructuras críticas, los drones pueden cruzar fácilmente las fronteras, intencionadamente o no. He visto de primera mano lo rápido que los pequeños drones pueden perturbar el espacio aéreo o filtrar información sensible. Por eso Tecnología contra-UAS es tan importante. Proporciona un enfoque estructurado para detectar, identificar e interceptar drones antes de que puedan causar daños.
La tecnología Counter-UAS es una solución completa que utiliza métodos de detección, seguimiento, interferencia, engaño o destrucción para contrarrestar las amenazas de los drones. Muchos siguen creyendo que interceptar un dron es tan sencillo como interferir su señal, pero la realidad es mucho más complicada. Permítanme explicarles cómo funciona esta tecnología, qué está impulsando su desarrollo, dónde puede utilizarse y de qué depende el destino del futuro del espacio aéreo.
Los drones pueden parecer pequeños, pero entrañan un riesgo enorme. Por eso los sistemas contra drones se diseñan por capas. Estos sistemas suelen dividirse en dos partes: un módulo de detección y un módulo de respuesta. He trabajado con ambos módulos y he comprobado que primero detecta e identifica los drones mediante señales de radio, radar, visuales y acústicas en un entorno en tiempo real. A continuación, responde mediante interferencia, engaño o supresión física.
Profundice: ¿Cómo funcionan juntas la detección y la interferencia?
El primer paso es encontrar el dron. Las herramientas de monitorización de radiofrecuencia escanean las ondas de radio, especialmente en torno a 2,4 GHz y 5,8 GHz. Si captan señales entre un dron y su controlador, el software suele poder identificar el modelo del dron y, a veces, incluso la ubicación del piloto del dron.
Luego viene el radar. Los radares normales no suelen detectar los drones pequeños y lentos, pero los radares phased array e incluso los radares cuánticos pueden rastrearlos con mayor precisión. Los radares cuánticos pueden mejorar el alcance de detección y la sensibilidad, incluso contra drones furtivos. También he visto el uso de imágenes de terahercios, que pueden leer firmas de materiales para distinguir entre un dron, un pájaro o escombros.
Algunas unidades combinan cámaras y sensores de sonido. Pueden detectar el calor, la forma y el sonido al mismo tiempo. El sistema italiano KARMA utiliza esta combinación. Se basa en inteligencia artificial para identificar un objeto volador y determinar si es un pájaro o un dron, con un porcentaje de error muy bajo.
La detección se vuelve aún más inteligente cuando todos los sensores se comunican entre sí en una red. El sistema ruso Repellent-1 combina radar, herramientas de radiofrecuencia y cámaras para pasar de la detección a la identificación y al bloqueo en cuestión de segundos.
Una vez confirmado que un dron supone una amenaza, hay que actuar. El método más habitual es la interferencia. Esto significa enviar una señal más fuerte para bloquear las comunicaciones entre un dron y su piloto. China Bloqueador Keda puede interceptar drones a 1.500 metros. En otros casos, las señales GPS falsas engañan a los drones para que aterricen en el lugar equivocado.
Los sistemas más avanzados no se limitan a bloquear órdenes, sino que toman el control del dron. Estas plataformas descodifican el lenguaje de control del dron y envían sus propias instrucciones. Algunos sistemas estadounidenses pueden dominar más de 200 "idiomas" de drones. Pueden ordenar a los drones que aterricen o vuelen en un lugar seguro.
Mientras tanto, algunos sistemas utilizan energía en lugar de software. Los sistemas láser queman la electrónica de un dron. Microondas de alta potencia (HPM) utilizan impulsos eléctricos para quemar los circuitos.
Cuando un dron se acerca, la captura física puede ayudar. He visto redes disparadas con rifles especiales que pueden atrapar drones en el aire. Otros drones llevan pistolas de red o pistolas aturdidoras que pueden derribar objetivos directamente.
A medida que los drones se hacen más inteligentes, las herramientas utilizadas para detenerlos también deben mejorar. Este campo está cambiando rápidamente. Cada año surgen nuevas ideas que superan los límites de lo posible. Como he trabajado en el sector de la lucha contra los drones, he observado de cerca esta evolución y he visto lo que funciona y lo que hay que mejorar.
Los sistemas contra drones modernos son más inteligentes, precisos y están más conectados. Se basan en inteligencia artificial, plataformas móviles y defensas en capas.
Uno de los mayores retos no es una cuestión técnica, sino jurídica. Muchos países restringen el uso de inhibidores o láseres en zonas civiles. En la Unión Europea, por ejemplo, los dispositivos de radiofrecuencia deben cumplir la normativa CE de la UE para no dañar las redes cercanas. Herramientas militares como sistemas de armas láser (LaWS) también están empezando a aparecer en los aeropuertos civiles, pero están sujetos a estrictas restricciones.
Los sistemas contra drones se utilizan en defensa, infraestructuras civiles, vigilancia urbana e incluso protección espacial. Pero es importante señalar que los sistemas contra drones no son una herramienta única. Los riesgos a los que se enfrentan los distintos lugares también son diferentes. En mi trabajo, he ayudado a desplegar estos sistemas en áreas muy diversas, desde estadios deportivos a bases militares, y sus escenarios de aplicación no dejan de crecer.
Además, en áreas de aplicación emergentes, como el despliegue por parte de China de plataformas móviles de interferencia montadas en vehículos a lo largo de la Zona Desmilitarizada (DMZ), se consigue una vigilancia dinámica de objetivos a baja altitud. Estos avances indican que la tecnología anti-UAV está evolucionando de una herramienta de defensa única a una solución de seguridad global multidimensional y multidominio.
El desarrollo de la tecnología contra-UAS es un ejemplo típico de cómo las amenazas de los drones fuerzan la innovación tecnológica. Aunque actualmente se enfrenta a retos como la insuficiente capacidad antiinterferente, los elevados costes y las controversias éticas, con los avances en tecnologías como la IA, la 5G y el láser, así como la mejora de la cooperación y la normativa internacionales, creo que los sistemas contra-UAS evolucionarán hacia la precisión, el bajo coste y la inteligencia.